Pasaron las horas debatiendo opiniones y creencias, en relaciòn al tema de la famosa novela. Carlos toma la palabra y dice: -en lo que se refiere al encuentro de aquellos amantes, sentì la pasiòn en cada entrega llena de locuras. Y Teresa contesta: -y que me dicen de aquel pàrrafo, que describe en la distancia el dolor de su ausencia que desgarra el corazòn, creo que siempre lo amo. Wilmer interviene, -sin duda alguna describe con gran crudeza los efectos que la guerra dejò, con cicatrices en el alma es un resurgir entre cenizas. -Amigos lo han dicho todo es una verdadera belleza, en cada capìtulo vivì la experiencia, por ahora no me resta mas que decirles, hasta luego pronto nos veremos. -Espera Cristina, te acompaño, y dime ¿te gusto el compartir?, -claro querido amigo, son momentos autènticos. Se alejan y se pierden de vista entre la caminerìa de un parque. -Carlos me gusta tomar este atajo para regresar a mi hogar, caminar entre la frescura de los àrboles me transmite un inmenso placer. Por un momento se detienen ante una pequeña ave que se encuentra en el bordillo. -Cristina creo que esta pequeña ave se encuentra herida. Carlos se acerca la toma en sus manos y le saca una pequeña astilla de una pata, la eleva y libera retomando su vuelo, la escena ha despertado un profundo cariño en Cristina. Continùan su camino entre la iluminaciòn de los faroles del parque. Al llegar a su residencia, Cristina en señal de despedida, se inclina y le da un beso en la mejilla , este le acaricia los cabellos. y le dice hasta mañana.
y la vida continua...