Tiempo, que te llevaste mi infancia
Mi juventud y hasta mis sueños,
Y quitaste de la Flor la fragancia
¡Como hieren tus desdeños!
Tù, que cambias el verano en primavera
Y la mañana fresca en la pálida tarde;
pasas y haces que todo se muera
apagas y enfrías la llama que arde.
Recuerdas la noche aquella
Que envidiaste de mí la felicidad?
Era Flor aquella doncella
Que llevaste a la eternidad.
Su espíritu era cual fragancia
Que aromatizó mi soledad
Hoy solo huele a distancia.
¡Aquella llama es frialdad!
Paciente espero vengas por mì
Y en venir tardes muchos años…
Dame chance de decir:¡viví!
existir nos hace ¡tantos daños!