Es imposible meditar tranquila,
con este corazón que desparramo
haciendo más granate mi manila
y amarga la redoma…cual retamo.
No me lo dijo Dios, ni la sibila,
ni el verso que me llega como el tamo,
lo dice la infusión de pulsatila,
y el jarrón de alelí…de antiguo ramo.
¡Si te embriaga el perfume de otras flor
al punto de perder mi amor y el beso
que te di de las púrpuras mejores,
márchate sin tibieza ni regreso…!
¡Y cuando no florezcan tus albores
ya no mires la senda que atravieso!