Mi Génesis literario,
Mi primer pulso de amor,
Prólogo en mi poemario;
Inicio de este clamor.
Pretender no ser tu dueño
Dudo este bardo resista,
Si hasta de mi primer sueño
Fuiste la protagonista.
Eres sentimiento y más,
Amor, entrega, ternura;
Con verte yo siento paz,
No verte es una tortura.
Causante de que mi pluma
Consuma todo el tintero,
Nunca lo dude, presuma,
Que yo soy suyo y la quiero.
Sí, tú, mi estrofa primera,
¡Recuerdo aquel pareado!
Tú envuelta en la primavera
Y así me has enamorado.
Sencillez que hasta perturba,
Personificas lo lindo;
Tus besos como una turba
Me envisten y ti me rindo.
Tú de mis elevaciones
De amor, principal motivo.
La musa de mis canciones,
Si no existieras no escribo.
Mas estás allí estribada,
Y así me obligas a fluir
Cadencias de madrugada
De las cuales no puedo huir.
Díjome el entendimiento
“No escribas más, por favor”;
Por ti le dije: “Lo siento,
Me es impuesta esta labor”.
Y es que ¿Cómo no plasmarte,
Si tu has sido un don del cielo?
¡Inverosímil no amarte!
Oh, axioma de mis desvelos.
Eres el alba sublime
Que rimas cruza y abraza,
Que en cuartetas ríe y gime
Y de estrofas se disfraza.
Eres mi talón de Aquiles,
Tú, y solo tú; no hay dilema.
Versos tú me inspiras miles,
Tú eres mi primer poema.