Tontos locos que sienten y viven, que ríen y callan, que lloran y aman
Son pequeños y traviesos, son regalos tiernos, son nubes negras
Caminan tomados de la mano sin hablarse, y la caricia entrega más que un mensaje
Son puestos a prueba en las heladas costas del destino
Y sonríen entre ellos como el arcoíris vespertino
Es tan fácil el olvido creen ellos
Y luego se dan cuenta que el recuerdo es más vivo
Arrojan rocas al baúl de sus suspiros
Detienen el tiempo con el sabor del beso
Acusan al aire con el poder de sus latidos
Y viven pensando que no se necesitan