Jordi S. Enríquez

Pero de amor mútuo nunca se supo

Encontrábanse dos rosas en el campo,

sus tallos querían, ciegos, liarse.

Sus pétalos lograron abrazarse

pero de amor mútuo nunca se supo.

 

Pasábanse los días y las noches.

Estas rosas rosas tan amándose estando

sus pétalos habían abrazado

pero no besáronse sus estambres.

 

Cáese bailando un de nieve copo

que entre mis manos logra escaparse.

Mi espalda al coger rosas encorbarse.

 

Viéndo como aquestas tardes tan grises

se escucha a una rosa triste llorando

más, y la otra, mendiga marchitando.

 

31/1/16