Si de golpe se rompiere
el silencio, de una noche,
tranquila y con estrellas,
será el ruido de la lluvia, al caer,
porque el cielo llorará
presintiendo
nuestra despedida.
Si por aquellos
designios del destino,
mi alma emprendiese
el largo viaje, sin retorno
y yo no alcanzare
a proseguir tus pasos...
Allí... en los albores de lo eterno,
voy dejando mis huellas bien marcadas...
las que nunca han de borrarse,
para que tú las sigas...
y puedas encontrarme.
Felina