Y el Gran Padre ,
expresaba su amor ,
y yo , me alimentaba ,
y mi ser se transformaba ,
y las noches ya no eran .
Sentìa vivir ,
en un eterno amanecer ,
donde el pensamiento ,
no tenìa barreras .
Era tan libre ,
como la tierna brisa ,
que refrescaba ,
los caminos de la vida .
Y este mundo ,
siempre ha estado ahì ,
esperando por nosotros ,
para gozarlo en todo su esplendor .
Solo es necesario ,
gozar del valor del amor .