En los pliegues de tu piel desnuda,
es tu ser el arpa de amor creciente
que despide aromas,
con olor fragante,
que dan vida
y habita mi ternura que estremece.
Eres dueña del calor de mi sentir,
envuelves mi cuerpo en dulce caricia,
donde navega el extravío de mi vivir
y desemboca el río de mi delicia,
fantasía y melancolía.
La tersura de tu piel
cruza soberana
el umbral de mi nostalgia
y da a mi fulgor,
el fuego de tu miel.