Cañaveral, hermoso pueblito,
con su gente alegre y laboriosa,
emprende caminos con fe religiosa,
y protege así sus manos hermosas.
Cañaveral y sus seres
ofrendan sus vidas a la familia y vecindad,
buscando justicia y equidad,
tras el encuentro de la verdad.
Cañaveral y su mujer popular,
es María Perfecta, plena de bondad,
anda por su calles con humildad,
irradiando sonrisa, ejemplo de paz.
Cañaveral y sus tamarindos
endulzados con papelón
juegan los niños y disfrutan con amor
el guarapo dulce calma el calor.
Cañaveral y su cultura popular,
suenan los tambores,
la gente baila que baila,
la alegría canta que canta.
Cañaveral es fervor
por San Pablo Apóstol y su procesión,
recorre sus calles con su bendición,
irradia el perdón y su compasión.
La Virgen María ilumina el camino.
Un pueblo erguido recibe su luz,
para seguir progresando,
esa es su virtud!
Cañaveral, y sus luchadores
próceres locales por su identidad,
como Carlos Parra y su bondad,
ahora desde el cielo con eternidad.
Asi es Cañaveral,
unido y laborioso,
humilde y fervoroso,
cristiano y bregador.