Vila en tus tiernos ojos esa vida
que dábale su marroncín color.
Y mírelos con alma enamorada
y con mi corazón sangrando amor.
Más hoy pequeña, lloro oscura sangre
y huyen mis rotas vísceras, de mis penas.
Y me encuentro en una altísima torre
donde hora me acompañan tristes almas...
Y ellas danme consejo tan romántico
Pues caer arriba debo al vacío,
pues mi corazón pídemelo loco.
Más yo asiento a su deseo romántico
y siento el susurro tíbio y suave
del fluir de mi sangre por mi cuerpo.
12/5/16