orlandomagno

La sabiduría como expresión de belleza

PRIMERA ESCENA DE TEATRO REFLEXIVO

De la belleza en general. 

Preciosa belleza ¿Quién eres?

Formas parte de la realidad?

Eres un imaginario o un concepto?

En que cosas esta tu reflejo?

Eres acaso algo relativo? O eres simplemente un lenguaje? 

El sabio dice al mensajero: Después si quieres puedes sentarte a la mesa del sabio.  Por ahora, te encomiendo que  trates de que Sócrates venga contigo. Pero si no te es posible, déjalo. Puesto que muchas veces se entrega a sus pensamientos.  

Dime,  ¿Tarda, Orlando magno?  No lo sé. 

Mensajero: sale en busca de Sócrates y de Orlando magno. 

El sabio dice al invitado: si te parece, comencemos la conversación. 

Invitado: para mí es un honor escucharte. 

Sabio: ¿Piensas que la sabiduría se puede pasar de un espíritu a otro? ¿O es más probable que el agua de los ríos valla a los mares? 

Invitado: son preguntas que merecen ser tratadas con prudencia, en este momento solo te puedo decir, que la sabiduría es más preciosa, de lo que yo pueda concebir. Por lo tanto cualquier intento que hagamos por pasarla de un espíritu a otro, no será más que una poderosa proeza, en cuanto le sea posible a nuestra naturaleza humana. 

Sabio: Bien. Puedo ver, que eres de aquellos que piensan que la sabiduría puede ser enseñada.

Convidado: Si es de tu parecer, invoquemos al Dios eterno. Hagamos las oraciones pertinentes y luego elevemos hermosos cantos.

Sabio: así sea. 

\"Sin permitir que las oraciones fueran el origen del exceso, se reanudo la conversación\". 

Invitado: ¿Será necesario que invoquemos a la divinidad? O es mucho más conveniente que observemos  la  naturaleza? 

Sabio: Si deseas prudentemente podemos llegar a la justa medida. Ni muy allá, ni muy acá. 

Invitado: Así sea, que Dios este contigo. 

Sabio: A mi parecer es mucho más bello intentar ser sabio, que teniendo la cualidad para ello, y no hacerlo. 

Invitado: ¿Te refieres a la pereza? 

Sabio: Así es. Puesto que he conocido a muchos que pueden intentarlo día a día. Porque sus almas así se los han comunicado. Sin embargo, prefieren entregarse a los excesos de los vicios, y del error durante todas sus vidas, sin hacer reflexión alguna. 

Invitado: Nuevamente la pereza. 

Una voz traída por el ágora dice................................................... 

¿Estáis hablando de la belleza? 

Los dos hombres buscan la ubicación de dicha voz. Al mirar la silueta de la persona que les hablaba, reconocieron que se trataba de Orlando magno. 

Sabio: Orlando Magno, Sócrates viene contigo. 

Orlando Magno: NO, pero nos ha convidado a la casa de la templanza, puesto que como vosotros sabéis en este siglo, esta clase de diálogos son poca cosa para los vivientes. 

Si os parece vallamos al lugar. De esta manera podre escuchar que conclusión vosotros dos podeis obtener. Con relación a esta maravillosa conversación que acabáis de invocar. 

Invitado: ¿Y el mensajero ha llegado a vosotros? 

Orlando Magno: Así es. Pero como vosotros ya sabéis. Sócrates prefiere tratar a los simples como a reyes, por lo tanto déjalos que se encarguen de sus asuntos, ya habremos todos de dialogar............. 

La tarde  se fue..................................................................La noche llego, y con una voz calidad  dijo: No contéis nada de lo que se halla dicho en esta conversación. Puesto que no todos han sido invitados. Espera solo a los filósofos, poetas, teologos y seres sensibles, para que podáis comunicarles cosa por cosa.  Fin.  Se cierra el telón. \"Orlando Magno\"

 

Jose Orlando Melo Naranjo, Bogotá, Colombia