Las pestañas de la noche ,
me hacìan exquisito el descanso .
Unos brazos amorosos ,
me llevaron al reposo ,
me sentì como un niño .
Asì era el deseo ,
de sentir consideraciòn ,
que los grandes hermanos ,
se fijaron ,
y me concedieron ,
un descanso acogedor .
El dìa habìa sido agotador ,
con la frialdad de convivir ,
con el ùnico interès mundano ,
de solo sumar y sumar ,
y multiplicar ,
lo que hace sentir ,
momentàneamente a la gente feliz .
Y cuando ya has logrado ,
superar esas ambiciones ,
la vida y esa clase de gente cansan .
Y como es difìcil ,
salirse de esa impuesta realidad ,
el mejor catarsis es el reposo .
Y en la serenidad lograda ,
dormì profundamente ,
gozando el amor ,
que me hace cuidarme ,
de no ser un ordinario nùmero ,
en esta sociedad .