Cada noche, en espera del amante misterioso,
sin ver su rostro, sin saber quien es,
mis hormonas se aceleran, mis ansias crecen,
solo soy consciente de que me lleva a un acto glorioso.
A la misma hora en la madrugada,
escucho sus pasos,
su aroma inunda mi habitación, solo escucho su voz,
sus manos acarician mi piel, sus labios rozan los míos,
quejidos, mordiscos, arañazos, todo en un misterio.
Momento donde desespero, le pido que me haga suya,
y sin mas preámbulo, me atrapa sin tiempo a que huya
me demuestra su demonio sexual,
descargando en mí,
gritando soy tu amante misterioso,
quien no te dejara ir.