El secreto esta en sus ojos, en su mirada,
es ahí donde surge la magia.
Sus ojos supieron envolverme, sacarme de este mundo,
dejarme sin palabras, completamente mudo.
Su mirada, única, como ninguna otra,
autentica, simplemente la mas hermosa.
No hubo necesidad de decirnos nada,
solo sonreírnos y cruzar miradas,
y así conocí la verdadera paz, la calma,
de dos almas completamente enamoradas.