Nací del íntimo soplo, dos aves mortales,
sobrevolé valles de la muerte y de la vida,
solo a los enemigos del alma encontré en mi huida,
era seguida, desde los cielos ancestrales,
pero, era muy feliz la avecilla viajera.
Descubrí océanos de dolor, los forajidos,
aquellos los errantes pasajeros del mundo,
condenados habitantes de mares profundos,
espíritus sin calma, atrapados fugitivos,
pero, ellos estaban saldando deudas cautivos.
Del cosmos, mente traía guardados secretos,
eternidad de conocimientos absolutos,
realmente quienes somos, de donde venimos,
el origen del tiempo y hacia donde viajamos,
buscando siempre el rumbo de la felicidad.
Pero, empujaba la fuerza suprema, y un soplo,
me estremecía, así tocaron mis pies el suelo,
paraíso de la tierra, será mi morada,
madre gritaba, y niña sorprendida lloraba,
¿Acaso el valle de lágrimas quien esperaba?
¿Adonde estaba? yo no entendía que ocurría,
¿porque cesaba el vuelo? y sentía peso enorme,
ya no tenía alas, solo miedo, frío y hambre,
escuché una voz lejana, no comprendí nada,
¿Sería? ¡Oh mujer! hoy comienzas un nuevo viaje...
Raquelinamor
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Venezuela/2016