Y dijo el necio a su amada:
\"Habrá quien diga que tus ojos
no son los más lindos que ha visto.
Entonces le retaré a demostrarlo
y, mientras busca, huiremos.
En otra ciudad y con otra vida,
nuevos nombres y el mismo aspecto.
Te aseguro que, tras ciertos años,
volverá a visitarnos aquél extraño,
mas llamará a una nueva puerta
y, tras abrirla tú y tus ojos, exclamará:
- ¡La encontré!, ¡es la más bella!
y sus ojos son luz blanca,
y su luz blanca me quita las tinieblas.\"
Entonces ella no lo consideró un necio
y, tras abrazarlo fuerte contra su pecho,
miró sus labios, miró sus ojos y le dio un beso.