Milagritos quería caminar
Amiguitos y amiguitas,
familiares y vecinos,
luchaban por su andar.
La fe de su gente
guiaba el destino,
el barrio La Esperanza,
era un remolino.
Exigían civilización,
un adiós a la barbarie,
con ética y amor
la solidaridad era una serie.
Motivos entrelazados
bordaban la acción social,
Milagritos y La Esperanza,
cual río multicolor y de Dios.
Tocaban la fibra humana
del amigo, el doctor,
pedían presupuesto,
rezaban con fervor.
Milagritos con sed de caminar,
andaba con su Madre sin descansar,
con fe inusitada fueron al hospital,
Caracas la abrazó y la empezó a salvar.
El Barrio La Esperanza
luce renovado con risas y aplausos
celebran el milagro,
oran a sus Santos
El progreso es La Esperanza
una justa decisión
sin descanso ganan tiempo
su reto es vivir mejor…