Me miraba fijamente, esperando que algo pasara,
tan callada, sin decir ninguna palabra,
y yo la bese,
mientras la lluvia caía,
ella con el pelo mojado,
su pequeña sonrisa y sus ojos de niña,
y yo la bese,
entregándole todo mi ser, mi amor y mi fe,
con mi alma rendida a sus pies,
y en un profundo suspiro, ella también me beso,
la lluvia nos envolvió, los dos completamente mojados,
envueltos en nuestro amor.