Muy lejos de mi, y al mismo tiempo muy cerca de ti,
siento yo, mi corazón latir y acelerar su ritmo,
cantando con sus latidos una alegre melodía,
cada vez que tu fiel recuerdo me giñe y me sonríe
y tu imagen mística y sensual estalla ante mis ojos,
con una apariencia tan viva y real, casi tangible...
tan tangible como mi fantasía me lo permite.
Y de repente oigo tu risa contagiosa y jovial
y escucho el meloso y delicado timbre de tu voz,
pronunciando con singular acento mi acedo nombre,
retumbando con osado eco entre mi alma y mis oídos,
tropezandose y dando tumbos contra mi propia voz,
que a su vez pronuncia añorante tu desgastado nombre,
inhalando a suspiros, la alusion fugaz de tu esencia.