¡TRANSMUTACIÓN!
Libres Heptasílabos
Levántame ya el veto
¡Oh, musa te lo ruego!
No ves que me acuchillan
¡Los gritos del silencio!
Y el fuego que en mí arde
me consume por dentro.
Las sílabas hicieron
en mi pecho un incendio
y unidas en cadena
¡Rodean a Prometeo!
Mi cálamo cual flecha
podrá romper el cerco,
liberando de nuevo
al numen prisionero.
La luz que ven mi ojos
cargada de metáforas,
la alimentas, tú, estro.
Mi pluma es una daga
que araña las paredes
del recio laberinto
y va arrancando chispas
que luego estallan juntas
con fuerza de relámpago,
hiriendo mis pupilas
con formas y colores
¡Que atrapan estos versos!
Moldeada en figuras
de bruñidos metales,
los dioses bienhechores
pusieron en mis manos,
tejida en filigrana
de oro con diamantes,
una inmortal diadema
que ceñida a mis sienes,
¡Se transmuta en antorcha!
y alumbra eternamente
¡Al bardo fiel y errante!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino