Y a veces así sucede, es decir, te enamoras de un chico, quizá él de ti también o al menos eso te hace creer, pasa cierto tiempo, a veces días, meses, quizá hasta años; el punto es que lo vuelves a ver y justo cuando crees haber olvidado todo, él regresa alborotando tu razón de serotonina y destrozando tu oxitocina, y es ahí, en ese preciso instante cuando te das cuenta que en realidad nada has olvidado, que todo regresa, que todo vuelve a doler, esos sueños deciden volver, esas lágrimas deciden caer, esa persona decide volver como si nada hubiera sucedido, pero su mirada lo delata, cada paso que da y te vuelve a mirar sin nada de qué hablar.
-Saraí Salame.