Yo comprendo de Cristo su doctrina,
y las tesis de Darwin con Natura,
mas, pasión que en el alma se aglutina,
no la entiendo, y me causa gran locura.
Yo podría contar del universo,
del misterio que oculta lo prohibido.
mas lograr dibujar tu cuerpo terso,
me confunde, y me quedo sin sentido.
Yo comprendo del pájaro su canto,
de la estrella, su luz esplendorosa,
mas poder describir tu tierno encanto,
nunca encuentro la rima mas hermosa.
Bien podría explicar del manso río,
y la fuerza que lleva su corriente,
al querer explicar tu regio brío
las ideas se enredan en mi mente.
Yo comprendo del sol sus halos rojos
y las brisas que al prado lo decoran.
mas lo negro que llevas en los ojos,
no defino si ríen o si lloran
He nutrido mi numen con los sabios
que me enseñan de cosas insondables,
mas con todo, las risas de tus labios,
me confunden con gestos inefables.
Muchas veces pregunto si es que ignoro
que el amor aparece en formas raras,
sin quererlo, tus luces se hacen claras
y me quedo diciendo: ¡Yo te adoro!
La razón que me lleve a venerarte
no razono, tan solo quiero hacerlo.
ya que tuve la suerte de encontrarte
no me importa llegar a no entederlo
Autor: Aníbal Rodríguez.