Caminar los laberintos de lo extraño
Explorador de mano temblorosa
y vacilante paso,
recién saliendo de su nido
dispuesto a medias, de aceptar el desafío
y caminar los laberintos de lo extraño...
A veces jardines cubiertos
con las mismas flores conocidas
desde la misma cuna de mimbre
y mariposas de mis primeros días...
otras, imágenes difusas
que aparecen y asustan,
parecen saltamontes camuflados
entre las hojas,
te desafían a tomarlos
para dialogar con ellos
descubriendo sus misterios,
resolviendo sus problemas...
Volando junto a muchos dispuestos
a formar bandada
y emprender el viaje sin retorno,
recorrer el mundo,
aventura diaria y prolongada
al menos por años
sin saber cuántos...
Sin sentirse náufrago había que flotar
en desconocidas aguas,
recordando cuando montaba mi Flor de Habas
mi primer caballo que era cojo
con el que crucé tantas veces
torrentes de agua de los ríos de mi sur
que bramando como un toro herido,
arrastrando troncos y piedras
bajaban en crecida por el río,
con poder de nuerte
o salvadora calma...