Sobre el suelo mi cuerpo tendido
ansioso,
anhelando,
como quien espera
que llegue el amante amigo.
El pecho lo siento palpitando,
las ganas que se amilanan,
en espera ansiosa de que llegues
antes que se ponga furiosa.
Una tierna brisa por momentos
me saluda,
dándome fuerza a mi respirar,
siento ya celos
y tengo ganas de irte a buscar.
Mi ventana la abro
para que escapen
mis instintos
al menos los más fugaces
y poderte esperar.
Mis partes intimas laten,
la ternura hace irle a acariciar.
Froto ansias incontenibles
que a gritos te llaman
y no se conforman con esperar.
Busco el amigo ideal,
el nuevo y moderno marciano
del espacio terrenal,
que hasta estrellas te hace ver,
en múltiples colores
hasta con sabores,
que llegan a gustar
mientras te pienso
de tantas maneras...
Llueven del cielo
fugaces resplandores
que te mueven como quieras,
sintiendo calores.
Esta ilusiones malsanas,
que son tan humanas
penetrando cada vez más lujuriosa.
Mi vientre se contonea
como un volcán en acecho
añora de su hombre la penetración,
sus ideas, sus locuras,
que me hagas sentir dichosa por aventura.
La saliva se esparce por todo mi interior
siento que aún es mucho mejor.
Pero no...
quiero como hembra sentir tu dureza,
la que te consagra sin partida...
Quiero que llegues ya
¡para darte mi vida!
El preludio disfruto con la suavidad
que llega...
Hace mirar afuera y veo tu figura
¡corro veloz!
Llena de una sensación
que quema.
Abrazo a tu pecho agitada y te digo:
¡Este instrumento plástico es amigo!
castiga la mano y me pone ilusionada.
¡Amor ven, que aún no he logrado nada!