Cuando tu ausencia
invade la impaciencia
de un corazón tejido
la luna muta sus cantos,
imperceptibles para el cuerdo,
y todo se transforma
y se derriten los polos,
y el verde se seca,
las nubes atraviesan claros sin piedad,
y gritan los suspiros,
se subastan las vidas,
se observan en la acera
desafíos de espuma,
hombres lobo sin luna,
botellas vacías,
ecos sin voz,
aves en psiquiatría,
miradas presas,
y los cantos,
las luces,
las velas
todas muertas,
seniles,
rastreras.
Karma?
Alarma anticorazones
descompuesta,
centímetros cuadrados
de nada,
jugada mal jugada
del azar,
cazar al vacío
sin trofeo,
creo que el sístole
y el diástole
son enemigos
del inversionista
que miró mi alma,
pues el corazón revienta
los hilos
que sujetan sus respiros,
y la vida y la gloria
se van al exilio.