En la bahía cristalina
de una grandiosa Isleta,
es clara hasta la espuma
que corona sus olas bellas.
Rompe un mar confiado
en arrecifes de hermosas piedras,
la fuerza y el cristal de sus aguas,
el frío y la humedad de su esencia.
En su orilla, colmada de oro fino
y bañada en finas riquezas,
juguetea un pequeño animalillo,
allá a lo lejos, con la tierra.
Sonido dulce de una bonita marea,
cuyas olas, cuan bellos zafiros,
desde el alba hasta la puesta,
en oro y plata fundidos,
fielmente el sol reflejan.
Playa única entre cordilleras
con la más dulce mar salada
Playa perfecta, perfecta arena,
pequeña playa de encantadoras aguas.