Juan M. Gámez Ortiz

La Isleta

En la bahía cristalina
de una grandiosa Isleta,
es clara hasta la espuma
que corona sus olas bellas.

 

Rompe un mar confiado
en arrecifes de hermosas piedras,
la fuerza y el cristal de sus aguas,
el frío y la humedad de su esencia.

 

En su orilla, colmada de oro fino
y bañada en finas riquezas,
juguetea un pequeño animalillo,
allá a lo lejos, con la tierra.

 

Sonido dulce de una bonita marea,
cuyas olas, cuan bellos zafiros,
desde el alba hasta la puesta,
en oro y plata fundidos,
fielmente el sol reflejan.

 

Playa única entre cordilleras
con la más dulce mar salada
Playa perfecta, perfecta arena,
pequeña playa de encantadoras aguas.