Con las estrellas de tus ojos
nos acariciamos con la lluvia,
con ese silencio que llueve solo
cuando nuestras miradas son una.
Nos acariciamos como niños
con las manos del alma
acariciando latidos
que en silencio canta.
Nos besamos sin labios,
hablamos sin palabras
y nos abrazamos sin brazos
con los ojos del alma.
Y con nuestras manos
nos secábamos las lagrimas
de estrellas bailando
en nuestras miradas.