No quiero cien palomas al viento.
Quiero que todas vuelen
en su libre albedrío.
No sé si tu comentario es tan mío,
que me haga inspirar.
¿Dime si supiste amar
cien palomas al viento?
porque muero de contento
sabiendo que eres feliz.
Dime por qué así,
me comentas
con ese sentimiento a flor de piel.
Dime ¿por qué mujer?
entregas tanta dulzura.
Reparte palomas
por donde quieras.
Que ahora siento
que al mundo y a todos,
nos está faltando la ternura
y que a todos no les llega.