El gran corto metraje
cuyo escritor olvidó continuar el guión,
¿acaso no es vulnerable la situación?
al parecer no.
Se olvidó del papel y el boligrafo,
no ha vuelto por ellos,
no ha vuelto por aquello.
Ni sutana ni perengana,
¿única o diferente?
quizá un alma del montón
aquellas que juraron,
aquellas que confesaron en el purgatorio
harían algo extraordinario.
¿En qué me he convertido yo?
me pregunto, me pregunto y me pregunto,
y es que fuera de lo aberrante y caprichosa que suene la pregunta
realmente me pregunto
¿En qué me he convertido yo?
que ayer juré contar las estrellas con el dedo
y sí las estrellas siguen ahí,
puede entonces que quizá ya no tenga dedos.
El azulejo en la regadera formó un espejo de agua,
tal cual es su rutina todos los días
pero hoy no he podido evitar notar,
que mientras yo pensaba,
que mientras yo imaginaba,
aquel espejo de agua reflejaba el cielo,
aquel que se asomaba por unas pequeñas ventanas;
entonces,
¿En qué me he convertido yo?
¿Miope?
o por qué de pronto he dejado de notar lo pequeño,
y tan pequeño veo lo pequeño
como diminuto lo que gigante-gante.
¿En qué me he convertido yo?
En las melodías de cada semana que han estado ausentes,
o talvez,
en la búsqueda que ha quedado ausente de melodías;
Si, quizá sea yo eso
*Suspira*
Ahhh... ¿En qué me he convertido yo?
Que empecé a dedicar mis más bonitos recuerdos,
mis más bonitas acciónes,
mi más bonitas canciones
a la ausencia de tu cuerpo en el rostro de los ajenos,
así no he de toparme frente a frente contigo.
Tú,
mi reflejo.