Como palomas sin nido que sostenerse no pueden
vagan los ancianos en este mundo perdido
olvidados de los hijos, alejados de su hogar
pues ha llegado el tiempo del dolor y del olvido
Estorban en la casa, van a una residencia
con las paredes blancas y sin gota de amor
donde se les muere el alma en soledad terrible
donde noche trás noche se consumen de dolor
A veces se preguntan en su mente incipienta
donde estarán sus hijos, por qué el olvido llegó
no comprenden que a veces los hijos no quieren
a aquellos padres viejos tenerlos con él
Más otros hijos devuelven el amor dado
centuplicado por mil o por cien
y cuidan de su padre al que han adorado
con todo cariño y haciéndolo bien