José Gervacio Suárez García

COLOQUIOS EN MI SOLEDAD

COLOQUIOS EN MI SOLEDAD

(José Gervacio Suárez García-venezolano) 

 

ooooo

 

¿Me preguntas lo que siento?

Óyeme que te lo cuento:

 

ooooo

 

I

Miren que hermosa señora!

La que pasó por mi lado …

Una risa seductora;

me dejó muy asombrado …

 

Me acerqué para tratar,

de saber su identidad;

y me puse a contemplar,

muy curioso de verdad:

 

Una sonrisa radiante;

y mirada picaresca.

Cautiva con su semblante,

su presencia me refresca.

 

Su conversa es melodiosa;

y me atrae su expresión.

Habla con voz armoniosa,

que despierta mi atención;

 

ooooo

 

y dije con voz temblorosa:

¡oh Dios mío! … ¡tan hermosa…!

 

OOOOO

 

II

Hoy la volví a contemplar,

se cruzó por mi camino.

Sentí un raro palpitar;

casi que no me domino.

  

Y el corazón me decía:

Corre, búscala, conversa;

Y a mi espíritu pedía:

Por favor, dame la fuerza,

 

el ánimo de expresar,

mi profunda admiración;

pero no pude lograr,

suficiente inspiración.

 

Me turbé con su mirada,

su sonrisa me impactó;

y asi, no le dije nada;

y sonriendo se alejó.

 

ooooo

 

Yo me quedé contemplando…

suspirando,..  suspirando…!

 

OOOOO 

 

III

Han pasado varios días.

No he tenido su presencia.

Locas ideas las mías …

Es tan solo una ocurrencia.

 

Pero muy disimulado,

miro y miro entre la gente.

Mis ojos no la han mirado.

Mi corazón algo siente:

 

Siento una gran inquietud,

hasta ahora no sentida.

Siento que aquí mi virtud,

está de capa caída.

 

No se ni como se llama;

y ni sé cómo encontrarla.

Pero mi espíritu clama,

que me decida a buscarla. 

 

ooooo

 

¡Oh Dios, qué me está pasando!

¡Parece que estoy pecando!

 

ooooo

 

IV

Pareciome ya olvidado,

este fugaz sentimiento;

pues estando ocupado,

ni pienso ni me atormento;

 

pero hay un inconveniente,

que se me está presentando.

Me ocurre en el inconsciente;

y esto me está preocupando.

 

Por varias noches la sueño;

y despierto emocionado;

y muy contrario a mi empeño,

dominarme no he logrado.

 

En mi sueño, su sonrisa,

me cautiva y me fascina.

Mi corazón late a prisa;

y sobre nubes camina.

 

ooooo

 

Me despierto algo angustiado:

¡ con mis sueños he pecado…!

 

ooooo

 

V

Volví a verla y me acerqué.

Hoy me atreví a conversarla.

Sentí algo, no se qué,

no podía ni escucharla. 

 

Trae en sus manos dos flores,

en su jardín cultivadas.

Hermosas, lindos colores;

cual princesas encantadas!

 

Le converso fascinado.

Ella me habla y me sonríe.

Me siento muy animado…

Pregunto, responde y ríe.

 

Me despedí muy inquieto;

pues se me quedó mirando.

Qué ojos, qué boca, qué siento!

Sentí que estaba temblando!

 

ooooo

 

¡Señor, que frágil virtud!

¡Señor, calma mi inquietud!

 

ooooo

 

VI

Hoy la observé conversando.

Hablaba con mi amiguita;

y me quedé curioseando…

¡me pareció tan bonita…!

 

Hablaban y se reían.

Moría de curiosidad!

Muy hermosas se veían;

muy hermosas de verdad!

 

Cómo deseaba escuchar,

lo que estaban conversando;

y así poder disfrutar,

lo que estuviesen gozando.

 

Las sonrisas van y vienen;

Y demuestran alegría.

No sé que secreto tienen!

Está inquieta el alma mía!

 

ooooo

 

Corazón, estate quieto!

Mira que me comprometo!

 

ooooo

 

VII

Exagerando prudencia,

le pregunto a mi amiguita,

acerca de la presencia,

de esa dama tan bonita.

 

Y me produjo un instante,

un paroxismo fatal!

Un destello fulminante!

Un fuego casi mortal!

 

En forma confidencial,

me reveló un gran secreto:

Que yo no le caigo mal;

que le luzco muy apuesto!

 

Celebré con alegría,

Tan fascinantes noticias.

En mi emoción, yo decía:

Le gusto! Son mis albricias!

 

ooooo

 

Me sentí tan animado… !

Muy feliz y emocionado…!

 

ooooo

 

VIII

Desde entonces fue aumentando,

nuestro nivel de confianza.

Siempre la estoy piropeando;

Y le juego alguna chanza;

 

y ella siempre divertida!

De alegría una fuente.

Su mirada me convida,

a soñar muy dulcemente!

 

Tiene ángel, tiene esencia,

desborda su simpatía.

Impresiona su presencia;

y trastorna el alma mía.

 

Cada día perfecciono,

mi voraz galantería.

Me enamoro, me ilusiono;

y me digo: qué sería:

 

ooooo

 

si me abriera el corazón;

y absorbiera mi obsesión!

 

ooooooo

 

ya termino mis coloquios…!

Mis sentidos soliloquios…!