Hoja de árbol humana:
Árbol frondoso y mágico
en tus ramas, suspendido,
el lazo de lo trágico
sostiene un cuerpo vacío,
Como una hoja otoñal:
violácea, árida y mustia;
como augurio infernal
en irrefrenable angustia,
Saluda a la mañana
la aparición espantosa,
del cadáver colgado
con la columna rota;
Y, de su rostro lívido
brota una mirada ciega,
que anima el cuerpo rígido
donde el raudo viento pega;
Por su cuello opalino
hormiguitas corretonas
trepan el alto pino
para hüir de las personas,
Mientras gira pasiva
cual una crisálida,
de un alma impulsiva:
la carne inerte y pálida;
Con un puño cerrado
y el otro en el tenso lazo,
ondeó estrangulado
hasta que cayó el ocaso,
El aposento gélido
de la conciencia fugada,
que ahora, en suelo sólido,
con él, reposara enterrada.