MIS VERSOS VIAJEROS
\"Versos libres\"
El otoño desnuda el mundo
en carpeta de hojas secas
asi se transforma el suelo.
Se desprende el framboyán
en pétalos pálidos,
pétalos marrones
pétalos amarillos
pétalos de fuego
que cambian como el caimán
Con mis versos a las estaciones
de los países tiento.
Me trasladé hasta Argentina,
donde las hierbas y las flores
mueren por fuera de la vitrina.
Veo volar mariposas con las
alitas tostadas, y una esquinita
trozada al salirse de las rejas, con
ese frío que ahí hace se desmayan
las abejas.
Versos en pena
Mi mano osada
Mi pecho bravo
Hojas moribundas
Vuelan en guardia, al ver las
montañas que cambian de
colores como abanico de plumas
en el escondite de espuma
del mundo.
Mis versos son viajeros
No son avión pero vuelan
No tienen ojos pero ven
No tienen dedos pero escriben
No tienen tinta ni papel
No tienen corazón pero siente
No tienen alma pero presienten.
Padecen penas.
Bailan sin fiesta
ríen sin un chiste,
lloran sin funeral
Mis versos son valientes
No se rinde
Entierran las sombras
Nada los detiene
Comienzan de nuevo
Son sinceros
Tiene vigor
Aceptan tempestades
Tiene soberbia
Espantan los miedos
aveces se pone sombrero
con capa de glaciares.
Les suenan los tacones
usan pupilentes en otoño,
para ver las llamas por los ojos.
Se mecen en el aire y
en una rosa de pétalos rojos.
Se ponen corona y se adentran
en una taza de hierba seca
Se acuesta en mi cama, se
duermen como esqueleto,
roncan, sollozan, se deslizan y
despliegan luz al ojo ciego por
debajo del glaciar que se
derrite.
Se tienden sobre sábanas
de Baritú, hacen llorar a las cataratas
...¡Brota la Gardenia morada! y se la
llevan de viaje a un bosque entre
matorrales y cascadas.
-Les veo.
Llegan a la laguna blanca
tocan el agua del santuario
se enredan entre las ramas
se asustan con la serpiente
escupe en un agujero
cuentan hormigas bravas
escucha a un canario
sienten la tierra doliente
pasan por una fila de tules
de acero.
Se sientan en una piedra encima
del Pilcomayo.
engalanan al Iguazú en mayo,
se abrazan en Arrayanes
se toman de la mano, contándose
refranes.
Acarician a la cansada Gardenia,
le besan las crispadas mejillas
en la sierra de las quijadas.
_Siomara Henriquez de Goldman ©
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