Me pregunto porque te amo tanto,
buscando la respuesta me lleno
de recuerdos del momento
que Dios te puso en mi camino,
momento donde en el corazón
la felicidad encontró su hogar,
donde se sembraron las semillas
de tantos besos y abrazos.
El amor que siento por ti
es tan inmenso como el deseo
mismo de sentir tus caricias,
el toque eléctrico de tus dedos
recorriendo mi piel desnuda,
perderme en la magia del erotismo
que desprende tu cuerpo,
floto en el iris de tus ojos
cuando fijas tu mirada en la mía,
mi pecho florece en la ternura
de tu cabeza posada en mi.
He me aquí mi amor, soy tuyo
y lo he sido desde ese momento
en que nuestros caminos se cruzaron,
has de mi lo que quieras, bésame,
como si fuese el beso que esperaste
en mil años, el alivio a tus pesares,
enciende la llama como solo tu lo sabes
y posando tu mano en lado izquierdo
de mi pecho recorre mi alma
solo así descubrirás que no hay espacio
que no este lleno de amor para ti.
Por eso me siento cada noche
a describirte el amor que siento
entre palabras, escribo por amor
y para el amor, voy tejiendo
con ternura el manto que nos cubre
cada noche antes del alba.
Si, soy un hombre enamorado
que idolatra tus besos y bendice
cada una de las caricias que me das,
porque desde hace tiempo eres tu
el centro de toda mi pasión ,
que al ver caer mil pétalos de rosa
dibuja en el aire tu sonrisa,
y que ha conformado su paraíso
con tu compañía, que mi felicidad
solo es una, lleva tu nombre
y que grabo en mi destino
las horas y minutos que he vivido
a tu lado, para que sean eternos
por lo menos en el recuerdo.