Difícil… difícil es levantarme día a día con una sonrisa, disimulando aquella tristeza q me da de golpe y no se marcha, para no preocupar a los más cercanos. Difícil es andar por la calle pensando en cosas q no puedes decir. La vida me tiene en la mira, aprovecha cada debilidad para hacerme sufrir. Y así empezó con las calumnias de los que dicen ser mis amigos. Una hizo el esfuerzo del perdón, pero no sé si la perdone por completo. Ya no quiero ni hablar más del caso porque no vale la pena, si ya rompió la cadena q nos unía. La q menos esperaba me traiciona, pero su amistad es más valiosa que cualquier otra. Paso la pagina, en busca de un nuevo amanecer, pero no pasa mucho tiempo cuando mis lágrimas empiezan a caer al ver a los demás entristecidos por la pérdida de un ser, y al recordar aquellos recuerdos q no volverán. Tragedia que al pasar, unió a los más perdidos para compartir la desdicha. La vida me ha quitado a un primo; aquel que me pedía ayuda con su tarea de matemáticas, aquel que a pesar de todo, solo buscaba su lugar en este mundo que le fue injusto. Me voy recuperando y vuelvo a caer cuando me doy cuenta q estoy más sola que la luna en una noche sin estrellas. Cierro los ojos e imagino que todo vuelve a estar bien. Regreso a la realidad y me sorprende la confesión de un viejo amor. Ahora me encuentro confundida y aterrorizada… nadie me entiende. Pero bien dice el dicho, cuando caigas, levántate e inténtalo ora vez. Un granito de fe y sé que todo estará bien.