Como la tormenta se avecina con fuertes gotas de agua fría, como el llanto de un niño saliendo de su madre por primera vez. Con dolor, sufrimiento y lágrimas en los ojos se encuentra mi país observando sus retoños.
Hijos de pureza pero discriminados por esos incendiarios que acaban con mi nación en cada paso. La llegada de una ola de fuego se va acercando y en llamas poco a poco, el pueblo se va quemando.
Aquellos que el poder, la mente les vacío y ahora más de uno pagaremos por sus actos, sin ningún control. Y él no poseer culpa alguna en esta vida nos van haciendo presos en la desestabilización.
Tierra hermosa de mujeres bellas, no digo que las de afuera sean imperfectas porque cada fémina, para mí ya es reina. Cuanta riqueza se nos va arrebatando y es la libertad en un mundo sin maltrato.
Cerros candecientes van iluminando, montañas sudorosas con vapor se van dañando, calles y avenidas se van deteriorando por una VENEZUELA en llamas que poco a poco la van acabando.
HENRY RUIZ
10/06/2016