Rafael Merida Cruz-Lascano
“OIGO, SEÑOR” I
Soneto endecasílabo
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Oigo SEÑOR, tu sensitivo acento
y así mi alma se razona aliviada
se que tu humanidad fue traicionada
cumpliendo el sacramental sufrimiento.
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Oigo SEÑOR. tu perdón y presiento
viene en misericordia coronada
que revela por tu sangre inundada
que es el agua viva para el sediento.
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Oigo SEÑOR, golpe crudo en la cruz
donde victima, te ofreciste al Padre
para luego bañarnos con tu luz
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Oigo SEÑOR, apocalíptico adre
que es el universal canto a Jesús
acompañando el llanto de su madre
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Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
Guatemala, C. A.
Adre: “adorar \' dar ador