Vi un extenso bosque ,
que despertaba de una larga noche ,
que le habìa maltratado toda su naturalidad ,
que sabe multiplicarse sin estorbarse .
La mano codiciosa del ser humano ,
lo habìa agotado ,
y todos sus seres casi extinguidos ,
confundidos recorrìan sin refugio ,
lo que antes era .
Y yo ,
con gran tristeza recibìa la brisa càlida
en mi rostro ,
extrañando aquella ,
que habìa perdido su frescura .
Pero sabia la vida ,
el codicioso hombre ,
se habìa extinguido ,
y solo quedaba las huellas ,
de su arquitectura abusiva .
Que iba cada dìa derrumbàndose ,
sin la gloria permanente de la creaciòn .
Al despertar ,
me volvì encontrar con el canto de las aves ,
que de prisa volaban ,
llevando en sus picos ,
el alimento para sus crìas .
Y asì vi pasar muchas centurias ,
y luego el amanecer ,
màs sabio del ser humano ,
que daba gracias a su Creador ,
por las riquezas ,
que gozaba en esta nueva tierra .
Y una voz escuchè ,
diciendo ,
conservad con amor ,
lo que les concedo .