Estáticos. Atravesamos el umbral que nos llevó
a la claridad. Me perdí dentro de la llanura ardiente
de tus ojos, negros como la noche que nos cobijaba.
Nuestros labios comenzaron a hacer tiernamente la danza
de dos enamorados, la hicieron suya, la destrozaron
en pedazos hasta que el fuego nos comenzó a consumir.
Tu piel se convirtió en mis prendas, y mi piel cubrió tus huesos,
entrelazados, tendidos en el espacio, atravesé
la puerta del templo sagrado que había entre tus muslos.
Olvidamos nuestros cuerpos, el mundo se desmoronó,
cayó bajo nuestros pies,y miré a nuestras almas surgir,
y durante un instante eterno desfragmentamos el tiempo.
Te besé sobre el cuello, y con un suspiro te entregué mi alma,
con el eco suave de un gemido me entregaste tu ser,
y así los dos hechos uno, te ame, y me amaste, y nos amamos.