yo tenía un amigo
a quien estimaba tanto,
tanto así que era con llanto
que su nombre iba conmigo.
Sin embargo el no estimaba
esta sincera amistad;
y un día su maldad
de la oscuridad brincaba.
Me quedé estupefacto
al descubrir la verdad,
que yo era un artefacto
dentro de su vanidad.
Error muy grande conmigo,
pues, aunque yo no era enemigo,
pero lleno de dignidad,
puse luz a su oscuridad.
Puse distancia correcta
la cual nunca se a acortado;
que cada quien por su lado.
Sí, la amistad, es imperfecta.
Autor:Bernardo arzate Benítez.