Qué te parece sí por un momento dejamos las etiquetas en el cajón,
nos quitamos nuestros sacos que bien nos han quedado;
qué te parece sí nos volvemos peces
y nos olvidamos de todo,
te olvidas de mi,
me olvido de ti,
nos olvidamos los dos,
nos conocemos los dos.
Qué te parece sí dejamos de abrir las viejas heridas
y nos hacemos nuevas;
dejemos el cuchillo,
quizá nuestra mejor arma sea un papel aterciopelado,
si, esa será el arma.
Qué te parece sí yo juego a ser dósil
y olvido el carácter en la mesa de té.
Yo dejo los miedos justo sobre tus inseguridades
ahí, en la esquina del pórtico.
Qué te parece si acaricio tu cabello y tu el mío,
nos fundimos en una atmósfera diferente,
que el calor nos reconforte,
la piel no aguanta más quemaduras
y aun cuando ya no las aguante,
fundirnos.
Qué te parece sí perdemos la cabeza,
nos volvemos locos y locos y locos.
Que te parece sí creamos algo nuevo
así, siendo locos y locos y locos
y perder la cabeza
siendo locos y locos y locos el uno por el otro.