aby1982

Viejita cabellos de caracol plateado

Viejita… ¿Nunca te he dicho que tus cabellos

forman un caracol  plateado en  tu cabeza?

¡Que admiro tu fuerza y tu grandeza!,

y  tu ojos nunca han dejado de darme destellos

 

Que me gusta sentir cerca de mí tu olor a talco,

y acariciar tu brazo, con su singular textura,

dormir descansando mi cabeza en tu regazo

escuchando tus historias del pueblo y del abuelo

de tus años de abundancia y la labranza.

 

Que cuando tenga tus años…

quiero como tu bailar,

con los nietos cantar y brindar

saber todas la mañas para hacerme escuchar

y que todos hagan mi santa voluntad.

 

Que agradezco los rezos y oraciones

que haces a Dios en mi nombre,

porque yo tan solo en ocasiones le escribo,

y la mayoría de las veces no mando el sobre.

 

Que  no he conocido a nadie

que de pasos tan seguros como los tuyos

tan solo guiados por tus ganas de hacer y de vivir

de seguir siendo útil y producir.

 

Que a veces quisiera un corazón como el vuestro,

capaz de resistir de amores llegadas y partidas,

de parir y sepultar sin quedarse de rodillas

y pese a todo seguir rezando el padre nuestro.

 

Que es una  maravilla que tu dolor

no convertiste en amargura,

que la oscuridad  no logró hacerte su presa

porque aún en viviendo en las sombras,

es la alegría y el amor lo que en ti perdura.

  

Que verte llorar me oprime el alma,

por eso disfrazo de regaño mi angustia,

porque no tengo remedio para darte calma,

y tus ojitos cuando lloran vuelven triste tu cara.

 

Que  por momentos  siento que mi presencia

te trae duros recuerdos,

y te duele la soledad y silencio

que supones mi hermano y yo vivimos…

sin imaginar que en tu rostro

a veces la encuentro a ella también,

y cuando menos lo espero en una frase

un gesto o ademán de tu parte

ella también a mi me saluda.

 

Que a veces quisiera ser contigo más cariñosa,

pero en el momento me cierro, y me vuelvo tosca.

Y sin que te des cuenta te contemplo en tu cama dormida

te doy un abrazo a lo lejos, y te digo que te quiero

pero las palabras aún no hayan por mi boca la salida.