Varios años atrás comenzó nuestra amistad.
Tu sonrisa despertó mi mirada sombría,
Luz y oscuridad se saludaron aquel día
Sin conocer la fuerza de su nueva lealtad.
Contagiaste cariño y alegría al insensible
Con marejadas de tu ternura y comprensión,
Y al sentir tu voz, mi alma se inundó de emoción
Deslumbrado por tus palabras “imposibles”.
Nos rendimos en Juegos y alegrías sinceras,
Confiamos nuestros corazones y secretos,
Iluminándonos en tiempos incompletos
Igual que el sol abrazando la cordillera.
Incluso en la distancia estás a mi lado,
Apoyando a este sujeto atormentado.
Por esto, mí cariño hoy es mi regalo.
¡Amiga!, en amistad pura florecemos
Con la belleza de un mar de crisantemos,
Y estrellas mirándonos desde los cielos.
Byron Gonzalo Hernández Barra