Los quince
Perfección es camino
de una a otra carretera
aplacada en la tarde,
graderío aún ópalo
es cristal y granito
resguardando a su niña…
el final de las olas,
la fresquita ensenada,
la alcuza soleada,
sería refractaria
si no fuera la arena,
el más noble galeno
del último molino
se dijo estoy perdiendo
todo el conocimiento.
Hazte la cuenta Atlántico
que se fueron las dos
donde dieron mejores
prosas en aguas verdes;
las dos pesan lo mismo
cincuenta años contigo
bahía de la plata
reino de la poesía
del rosal amarillo
donde vive indeciso;
lleva cuatro trompetas
con sus hojitas verdes
van en mudo silencio
van dos madres unidas
por el amor más grande.