Misterioso piloto que me guias,
en este barco de ciprés en que navego,
muéstrame un faro
y que con su haz de luces
me marque el puerto al que voy
y al que nunca llego.
En vano, en vano miro a todos lados
en torno de esta noche oscura,
y a ti solo veo cuando miro
y eres más negro que la noche,
hay en este solitario cementerio,
esfinges melancólicas de piedra,
delante del umbral del gran Misterio,
pero ninguna como tu me guiara.
P.M Pedro Monroy Gemio