Fue silencio
Estaba nublado de frío,
cuando escuché el grito
salí desnudo a correr tu voz,
mi piel ardió en el aire,
se quemo mi corazón en
ese camino helado.
Al llegar, tu boca fue silencio
en el hueco abierto de mis días futuros.
Nunca la quise a la muerte,
me hizo odiarla la certeza de que iba
a dejarte el cuerpo vacio.
Aquí estas ahora, cerca
y tan lejos, tus ojos ya no me aman,
ella te llevo la mirada.
La cicatriz será herida nueva
cada vez que vea tu foto
y aunque los arboles de esa imagen
detenida ya no existen,
aun corro entre ellos,
verdes e inquietos de sol,
me llevan a tus brazos,
ahí encuentro el calor,
el fuego interminable de
tu sangre en mis venas.