LO SOÑADO
¿Sos de engaño una mirada, o tú señuelo?
mi mirada se interna ávida en la tuya
como el anzuelo ansioso por encontrar
un pececillo con piel de respuesta. Y
que vagando en tus pupilas, sigilosa
hasta que una muralla, interpone un velo.
Y engreído, un despiado de tu mirar
-turbia nube que guillotina el anhelo-
roba y evapora un leve suspirar.
A la noche tiene miedo o más bien celo,
pretenciosa, sin estorbo ha de arropar
tu figura, tu belleza, hasta tu pelo.
¿Se puede desterrar un sentir de amor?
impávido, trémulo y menesteroso
como el titilar de los halos ansiosos
en el irisado halo de tu aureola
en distante mar, nómade entre ola y ola
y en su brisa, en busca de ti llego yo.
Acechan, salen al paso en donde voy
depredadores queriendo despojar
y mis espaldas sienten, sienten temor.
Tus pupilas cual pececillos ondulan
en su nadar y las mías deambulan
pesarosas por no poderte tocar.
Lebusla
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