El problema fue que al sentirte cerca de mi,
te sentí mía, que te poseía en mi ser,
que los paisajes quedaban cortos
con el profundo ser de tu mirada,
que las melodías no volverían a sonar igual
que tus pasos marcarían mi ritmo,
que te pertenecía mas a ti que a mí,
que mi presencia se había esfumado
contigo en aquel momento.
Sin embargo desperté
y supe que sólo mi imaginación
puede crear tan finito espacio
en el que no importa la realidad
ya que tu vuelves a crearla
al verme reflejado en tu mirada.