En el ánfora dulce de tu boca
he saciado la sed de mi deseo
y tu cuerpo con rítmico jadeo
me trasmite pasión que me desboca.
Los rosados pezones de tus senos
son el cáliz con dulce miel de abeja,
en sus chiotes radiantes mi alma deja
sus intensos anhelos, como truenos.
En tus labios tan rojos, cual granados
he lanzado las anclas de mis besos,
pues sensuales, carnosos y traviesos
me redimen de todos mis pecados.
Son tus ojos los faros del camino
que me llevan a puerto mas seguro,
ese puerto que guarda mi futuro
porque tengo en tus brazos mi destino
Y los remos del barco son tus manos
que sin miedo se enfrentan a las olas,
y con fe en el amor tu las controlas
y se vuelve su ataque intentos vanos..
Tu sonrisa serena, tan sublime
siempre brinda la paz que necesito,
con su céfiro tierno me adormito
y nostalgia y pesares me redime.
Y por eso si el mar está encrespado
y mareas embisten mi navío,
en tu lecho de todo yo me río
porque tú eres el puerto que he soñado
Autor: Aníbal Rodríguez.